El Universo apasionado

El experto en Astrofísica jesús Sesé durante su intervención en Ciencia entre Fogones, en Bebot Miranda.

El astrofísico y responsable de fabricación Aditiva en Aciturri, Jesús Sesé, explica la formación y evolución del Universo en la III edición de Ciencia entre Fogones

 

«El ser humano lleva 350 años estudiando el Universo, ¿y qué es eso comparado con los 4500 millones de años que tiene de vida el sol? ¿Cómo ha sido el hombre capaz de clasificar estrellas y concluir que todas son parte de la misma familia y que todas tienen una evolución comparable?», así abría ayer el astrofísico Jesús Sesé la charla ‘Vida y muerte en el Universo‘, enmarcada en el programa de divulgación científica Ciencia entre Fogones. «Los humanos somos seres efímeros en comparación con una estrella, como nuestro sol, que tiene unos 4500 millones de años, pero sin embargo hemos encontrado los mecanismos para entender cómo nacen, cómo mueren cómo funcionan los fundamentos de la mecánica celeste…», exclamó con pasión ante un atento público.

«Nuestros 100 años de vida equivalen a 31,5 segundos comparados con la vida de las estrellas, aún así el ser humano ha sido capaz de clasificarlas en este laboratorio que es el Universo», ejemplificó Sesé.

El también responsable de Fabricación Aditiva de la empresa aeronáutica Aciturri resumió, apasionadamente, algunas de las teorías de la física moderna de autores como Newton o Einstein y explicó su conexión con las leyes que rigen el Universo, profundizando en las propiedades y el comportamiento de los cuerpos estelares.

«A pesar de que en nuestra galaxia hay 100.000 millones de estrellas, en nuestro Universo hay 100.000 millones de galaxias, y su naturaleza depende del comportamiento de las partículas más pequeñas» .

 

¿Y cuántas estrellas, entonces, hay en el Universo? «Un 1 seguido de 22 ceros, es decir 10.000.000.000.000.000.000.000 de estrellas. En nomenclatura informática se diría 10 zetta-estrellas», bromeó el ponente.

Las galaxias son un conjunto de estrellas, nubes de gas, planetas, polvo cósmico, materia oscura y energía, explicó el licenciado en Ciencias Físicas.  Las constelaciones, en cambio, son agrupaciones de estrellas cuya composición en el cielo nocturno responde a la imaginación de los primeros que lo observaron. «Los antiguos griegos se inventaron las constelaciones como sistemas de referencia y orientación».

Durante su exposición, Sesé insistió en que sólo cuando entendemos «las escalas atómicas» somos capaces de entender fenómenos que se producen a «escalas galácticas». Y proyectó este vídeo que explica la relación entre las escalas del Universo y del ser humano:

«Es curioso porque uno mira al Universo esperando encontrar vida o planetas habitables, pero para llegar a conocer el Cosmos es necesario mirar al interior de los átomos al interior de las partículas, y ver lo más pequeño. Porque sólo conociendo lo más pequeño somos capaces de interpretar la información que nos llega de galaxias lejanas o estrellas para conocer qué planetas hay y qué condiciones tienen», aseveró el experto.

«Cuando entendemos las escalas atómicas somos capaces de entender fenómenos que se producen a escalas galácticas», añadió el experto durante su intervención.

Del Cosmos a nuestros cuerpos

El Universo se formó  a partir partículas muy elementales como el hidrógeno, el helio o el litio.

El resto de los elementos se han ido formando en los astros por reacciones nucleares. En el interior de las estrellas, cuatro átomos de hidrógeno fusionan para formar helio y tres de helio para formar carbono, etc. Otro ejemplo es que el cobalto, el cobre, el zinc y muchos otros se forman en las explosiones de supernova. Otros elementos más pesados aún, como la plata el oro, el plomo, el radio y el uranio, se forman en las colisiones entre estrellas de neutrones, cuando un núcleo va atrapando neutrones para formar elementos progresivamente más pesados, cita este interesante artículo científico de El Mundo. «Cuando han transcurrido 13.800 millones de años tras el Big Bang, la materia atómica del universo está constituida (en porcentajes de masa) por 70% de hidrógeno, 28 % de helio y tan solo un 2 % de todos los otros elementos. Si nos fijamos en el cuerpo humano, seis de cada 10 átomos son hidrógeno y, por tanto, proceden directamente del Big Bang. El carbono de nuestro ADN, el oxígeno de nuestros músculos y el hierro de nuestra sangre se han creado en las estrellas. En definitivas cuentas, la composición de nuestro cuerpo está escrita la historia del universo».

En esta misma línea, Sesé aseguró que las estrellas están compuestas, en pequeñas cantidades, de los mismos elementos químicos que podemos encontrar en la Tierra (por ejemplo, oxígeno, carbono, nitrógeno, hierro, litio) ya que todos los elementos de la tabla periódica nacen en las estrellas. «Por eso se dice que somos polvo de estrellas «, ejemplificó.

El ser humano ha sido capaz de explicar a partir de la Física Cuántica que todas las estrellas de nuestra Galaxia se ordenan de una manera espacial, es decir, no están distribuidas al azar.

Las estrellas pasan por diferentes etapas dependiendo de su masa.  Así, la mayor parte de la vida de la estrella ocurre durante la fase de fusión de hidrógeno en helio. A medida que la estrella quema o consume hidrógeno, la estrella se hace más caliente y más brillante. Las estrellas que pasan por esta etapa aparecen en la región llamada Secuencia Principal.

Diapositiva que explica el ciclo de vida de las estrellas

Diapositiva que explica el ciclo de vida de las estrellas

Cuando se agota el hidrógeno «porque la gravedad ya no puede con la presión que ejerce el gas para salir», las estrellas empiezan a crecer y se convierten en gigantes rojas al dejar de emitir toda la energía que tenían.  Entre mayor sea la masa original de la estrella más rápidamente quema su combustible y por lo tanto más corto es su paso por la secuencia principal en la evolución estelar.

 

Convivencia de la ciencia y la filosofía

Al témino de su charla científica,  Sesé defendió las humanidades como complemento necesario del estudio científico, y promovió su convivencia. Un ejemplo de ello es que uno de los principales representantes de la física como Isaac Newton explicó fundamentos esenciales como la Ley de Gravitación Universal de la mano de lo que él calificaba de ‘filosofía natural’.

«Lo más importante que demostró Newton (s.XVII)  es que la causa de la caída de la manzana era la misma que explica la órbita de la luna. Las condiciones de caída de la manzana son las mismas para la luna, que se encuentra en un proceso permanente de caída sobre la Tierra», destacó el físico en este punto.

» El lenguaje de las matemáticas es el lenguaje de la lógica. Las grandes preguntas del hombre -filosofía- han encontrado en la ciencia la forma de responderlas racionalmente. Gracias a la Ciencia hemos sido capaces de aparcar los mitos, la intuición y el argumento de autoridad -porque lo digo yo- «, concluyó el científico en Ciencia entre Fogones,  una jornada divulgativa que persigue acercar conceptos complejos relacionados con la ciencia y tecnología a un público generalista en un ambiente relajado.

 

 

Pincho-Pote Científico

Mientras el astrofísico explicaba el Universo, los asistentes a Ciencia entre Fogones degustaron el pincho Fondos de alcachofa con brandada de bacalao  realizado por los alumnos de la Escuela de Hostelería del Instituto Técnico de Miranda (ITM)  bajo las indicaciones de los profesores del centro educativo. Por su parte,  la empresa cervecera San Miguel, colaboradora habitual del evento, ofreció a los asistentes adultos una de sus mejores cerveza, la San Miguel 1516.

Ambiente distendido en Ciencia entre Fogones

Ambiente distendido en el Pincho-Pote de Ciencia entre Fogones. En la imagen, Luna Pérez Munguira explica las propiedades de la cerveza 1516 de San Miguel

Julen de ITM (izda) y Jesús Sesé (Aciturri) posan durante la III edición de Ciencia entre Fogones.

Julen de ITM (izda) y Jesús Sesé (Aciturri) posan durante la III edición de Ciencia entre Fogones.

Biografía Ponente

Jesús Sesé es licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en la especialidad de Astrofísica. En su trayectoria profesional cuenta con más de 31  años de experiencia en diferentes sectores como las telecomunicaciones y sistemas de información, transporte terrestre, o la energía. En este tiempo, ha compaginado sus responsabilidades laborales con su función docente en instituciones públicas y privadas, colaborando en la difusión de la ciencia y la tecnología  en diferentes suplementos de ciencia. En la actualidad es el responsable de Additive Manufacturing (fabricación aditiva) para Aciturri, empresa aeronáutica que junto a Fundación Caja de Burgos y Fundación Galletas Coral son las impulsoras del programa para el fomento de vocaciones científicas y tecnológicas Bebot Miranda.